jueves, 6 de agosto de 2009


MOMENTOS FELICES

Un camino con obstáculos, momentos difíciles de superar, situaciones de las que no sabes salir, conflictos que te hacen llorar, noches de fiesta para disfrutar, amig@s que te hacen reír, que te consuelan, que son importantes para ti, consejos que escuchas una y otra vez y todo por tu bien, personas de las que recibes un no, de otras recibirás un sí. Un adolescente… ¿Qué es? Ya os contesté.

Siempre opinan que un joven está loco, que nunca sabe bien cómo actuar, ni sobre que actuar. Que siempre que lloran, ríen o se enfadan es por cualquier tontería. Pero en el fondo todos y cada uno de esos adultos, extrañan esos momentos, esos días en los que todo parecía ir bien, eras feliz y no sabías el porqué, y de un momento a otro todo se venía abajo por cualquier tontería, pero casualmente y sin explicártelo de repente una sonrisa se dibujaba en su rostro… Eran cosas inexplicables pero que siempre se extrañan…
Nuestras vidas ahora, mejor de lo que imaginamos, ¿que más podemos pedir chic@s? Nada a nuestro cargo, el que más o el que menos tiene un animal que cuidar… pocos cargos son esos, ¿no? Todos los findes de fiesta, y te preocupas tu acaso de cómo se encontraran tus padres en tu casa… no… tu única preocupación: pasártelo bien. Tu único deber y obligación (del que algún@s pasan) estudiar.
Claro que soy una adolescente… pero hay que reconocer que vivimos bien. Y sobre todo aceptar que esas situaciones o momentos que se presentan, son simplemente cosas de la vida que no tienen mucha importancia, son cosas propias de la edad, y que siempre pasarán. Que no te debes decaer cuando te enfrentes a una situación con un chic@ ( quizás sea esto lo que nos preocupa más a menudo), que siempre habrá una persona más especial que otra, y esa que te dio un no, quizás cambie, quizás no, pero entonces serás tú importante para otra persona, que te valore y a la que querrás, y serás feliz… Suena muy bien… pero es así, acabarás con alguien aunque ahora pienses que no. Nunca te vayas a frenar, los sentimientos son algo natural, no te avergüences, ni tengas miedo a un no, nunca sabrás que piense, y quizás pierdas la oportunidad…. Y nunca volverá…
Algunos se ocultan bajo una máscara, no dan a descubrir su interior, su verdadera persona. Por vergüenza, por timidez, por miedo tal vez. No… tú vales mucho, y avergonzarse… ¿porque? Eres así… quien te quiera te querrá como eres. Tener personalidad y no os dejéis llevar…
No gastéis vuestras lágrimas en cosas que al final… tendrán una fácil solución… No penséis que he venido a daros consejos… simplemente me apetecía reflexionar un poco, y escribir, desahogarme… Disfrutar de estos momentos… los difíciles están por llegar.


lunes, 3 de agosto de 2009


UNA ILUSIÓN

Toda mi vida se resume en una sola palabra: ilusión. Una ilusión que cambia; unas veces se destruye, se convierte en lloros y desconsuelos, pero sin embargo otras veces la ilusión es alegría, esperanza, fuerzas para continuar mi camino. Las ilusiones que han caído como un castillo débil se destruye con el tiempo, quedan por siempre marcadas como un sello en cera, ¿dónde está esa luz de esperanza, que destruya con su calor esa marca y lo borre algún día? Las ilusiones que se levantan, que se convierten en ilusiones aún mayores, casas de ahora con buenos cimientos, cimientos que aguantan fuertemente, sorprendentemente también se destruyen al soplo de los malos momentos, de las desilusiones.
Los causantes de las grandes alegrías: esa gente que tanto te quiere, que sabe sacarte una sonrisa de lo más profundo, esa gente que ha descubierto mi interior, la que saca sonrisas de un mundo de fantasía y así, poder entrarme en ese mundo, donde se construyen esas fuertes esperanzas para continuar.
Pero a veces es necesario ver la realidad aunque eso conlleve a la desilusión, la frustración, donde la causa es la caída de un sueño, un sueño que habías imaginado, la vida de “alegría” que te habías planteado, se va abajo y en estos momentos niegas todo lo sucedido. No quieres creer que todo se ha ido, se ha destruido sin tu quererlo. Temes subir por la distancia de la caída, temes no poder volver a subir, que te cueste la subida y lo peor NO SABER SUBIR.